¿Qué quiero lograr con mi discurso?" te simplificará las cosas y te ayudará a definir claramente tu objetivo.
SEGUNDO PASO: Pregúntate: "¿Qué palabra, frase u oración comunicará la idea de manera fácil de entender o despertará curiosidad por mi discurso?"
Es mejor que tu discurso tenga un título que lo identifique claramente, para concentrar tus ideas en tu objetivo.
TERCER PASO: Pregúntate: "¿Cómo terminaré mi discurso?"
El final del discurso es para pedirle al oyente que reflexione sobre lo explicado o que haga algo al respecto.
CUARTO PASO: Pregúntate: "¿Cómo ordenaré mis ideas?“
El orden lo determina la fórmula lógica que utilices. Por ejemplo De problema a solución.
QUINTO PASO: Pregúntate: "¿Cómo les anticiparé de qué les hablaré?" El orden de ideas que definiste en el cuarto paso es exactamente el mismo que te servirá para presentar un anticipo de lo que les dirás.
SEXTO PASO: te sugiero seguir un sencillo régimen de ensayo de comprobada eficacia, te permite hacer un trabajo profundo y quedar muy bien con el auditorio.
SEPTIMO PASO: Opino que la redacción del discurso es el último paso en la preparación, porque es más fácil ponerlas detalladamente por escrito después de tener las ideas claras y ensayadas. Si lo haces al revés, seguirás estancándote en los primeros párrafos.
CONCLUSION
Para preparar un discurso es preciso tener en cuenta una serie de características, entre las que se destacan el auditorio, la intención y el tiempo. Las características del público oyente y del lugar donde va a pronunciarse el discurso influyen tanto en el tono como en el contenido de que se va a decir. Aunque el propósito de todo texto argumentativo es convencer, la intención con que se hace varía mucho de un tipo de discurso a otro.
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